El martes en música nos convertimos en gatos para interpretar el dueto gatuno de Rossini que hemos estado trabajando en otras sesiones. Escuchamos de nuevo el vídeo y escuchamos atentamente los cambios en el ritmo y la tonalidad de la interpretación. Dividimos a la clase en dos equipos y cada uno era un "gato" y debía cantar el fragmento que le había tocado. de este modo, la mitad de la clase iba pintada con un color y debía fijarse en uno de los niños que cantan, mientras que la otra mitad, pintada de un color diferente, cantaba el otro fragmento.
Como es un diálogo trabajamos la forma de cantar cada uno, había que contestar al otro bando de gatos ajustándonos al ritmo que tocaba en cada momento.
Una vez que tuvimos las caras pintadas, nos dividimos en dos equipos y ensayamos con muchas ganas para la interpretación final. La letra no nos costó demasiado, pero si cantar sólo en nuestra parte, ya que cuando se le coge el gusto al canto es difícil controlarlo.
Con esta actividad hemos trabajado la expresión tanto vocal como corporal, los ritmos, la intensidad y los silencios.
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